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¿CÓMO ACTUAR FRENTE A UN PSICÓPATA?

INMUNIDAD PARA LA CULPA, EL REMORDIMIENTO Y LA MANIPULACIÓN

En el momento en el que has podido concluir, sin equivocarte, que estás frente a alguien perverso, alcanzas una comprensión que te libera, solo para estos casos, del remordimiento y de la culpa (y mucho más importante, del miedo a sentirla) en dos sentidos:

– Respecto de ti y de tus propios actos.

– Respecto de ese ser y de sus actos.

En cuanto a uno mismo y los actos propios, ya no sientes culpa o cargo de conciencia por negarte a hacer lo que parece que tienes que hacer, a ojos del psicópata, o de todo el mundo tal como ha planteado el psicópata el escenario, pues sabe manipular como nadie, a todos, y emplear lo políticamente correcto para que te veas forzado, tú y todos, a hacer su voluntad.

Un ser perverso logra que te cuestiones continuamente tu propia bondad y tu percepción de qué es lo correcto, haciéndote sentir culpable por lo que haces, y modificándolo o, y esto es incluso más frecuente, anticipándose: maquina (con un maquiavelismo que una «mente normal» no llega a comprender y, por tanto, sucumbe), y logra desde el principio que hagas otra cosa muy diferente a lo que harías siendo consciente de la realidad, que él ya ha distorsionado previamente en tu mente, sin que hayas podido detectarlo, y antes de que la puedas percibir tal como es, impidiéndote así, o dificultándote mucho, poder percibirla.

[Voy a parar aquí, a explicar mejor esto, pues puede confundir decir «lo que el psicópata hace» ya que, en la práctica, lo mejor es explicar cómo la víctima se siente, pues no es tan fácil detectarlo o darse cuenta de otro modo.

Es muy sutil: tú lo experimentas como «hacer lo que haces (a lo que te incitan, sin que te des cuenta), por tu natural, sana inclinación y NECESIDAD DE SENTIRTE BUENA PERSONA», necesidad característica de todo ser empático, y que supone una gran debilidad y vulnerabilidad frente a un ser perverso.

Normalmente, por tu parte, ni siquiera llegas a ser consciente de la manipulación. ¡Todo lo contrario, sientes un gran alivio y agradeces la oportunidad de haberte demostrado a ti mismo y/o a los demás, lo buena persona que eres, y lo mucho que estás dispuesto a hacer para sentirte como tal!

Cuando te vienes a dar cuenta, el daño ya está hecho: has hecho, has dejado de hacer (o le has dejado hacer) cosas que no te explicas, y ya es demasiado tarde.

Cierro la explicación acerca del primer punto.]

En cuanto al segundo sentido, te liberas de la culpa o remordimiento respecto de ese personaje y de sus actos, te liberas de sentirte mal respecto de tu actitud o conducta hacia él/ella. Dejas de sentirte «cruel» por «tratar duramente» a alguien que, te dice tu conciencia moral, no deja de ser «un ser humano» (otra trampa, pues «no son como nosotros» ), y no puedes evitar atribuirle a ese ser que, como tú, también tiene «un corazón».

Mucho más miedo a sentirte culpable o culpabilidad sientes, cuando ese ser sabe victimizarse como nadie sabe hacerlo, y te acusa, en lo privado y en lo público, de todo tipo de faltas.

Con la suficiente experiencia y comprensión, sabes y comprendes que, con estos seres, esta lógica de atribuirle una naturaleza empática, como al resto de seres humanos, y un trato acorde a un ser empático, es un gravísimo error, que solo sirve para ponerles tu yugular en una bandeja, porque te vas a exponer y, sin la menor duda, en el momento en el que más puedan, se van a aprovechar. Por esto, y aunque socialmente te señalen de «duro» o incluso de «cruel», sabes que tienes que alejarte, y alejarlos.

INMUNIDAD PARA LA RABIA Y EL RENCOR

Cuando hablo de «tratar con dureza», no me refiero a violencia o agresividad. Al contrario, no la fomentes y evítala siempre. Con dureza me refiero a una grandísima FIRMEZA, desconfianza, desensibilización y distancia. Insisto, procura no faltar al respeto, e incluso si es posible, todo lo contrario: lleva el respeto al extremo; trátale de usted… Establece esa distancia, todo lo posible, y no te acerques al «tú», pues es una cercanía en la que somos muy vulnerables.

Tener claro esto, ayuda muy puntualmente, y sí, ciertamente nos libera momentáneamente de la culpa y el remordimiento de conciencia, pero ATENCIÓN: no es útil, ni bueno, ni inteligente, pretender mantenerse en la situación, y lidiar o pretender luchar y ni mucho menos «vencer» o «darle su merecido» a estos seres, puesto que la tendencia natural hacia la bondad de los seres empáticos, tarde o temprano, nos hace extremadamente vulnerables, al menor descuido. Además, caer en esto es la última, y más efectiva, trampa del personaje perverso.

como actuar frente a psicopatas[En este punto, recuerdo las últimas escenas de la película «Seven», en las que el personaje que encarna Brad Pitt no logra deshacerse de esta trampa, y sucumbe (tal y como había planeado el ser perverso).]

¿Cómo actuar frente a un psicópata? Sal de la rabia y del rencor, pues sigue siendo su tablero de juego y su partida, y por tanto su dominio de la situación. Además, realmente, recapacita: por más daño que hayas sufrido, a nosotros no nos gusta «ser así», actuar desde la rabia. Es entendible que hagas todo lo necesario, mientras sea necesario y útil, y sin sentir ningún remordimiento o culpa; pero buscar activamente su daño es un desliz. Y si caes en el engaño de creer que disfrutarás con ello, plantéate por qué. Quizá, creyendo poder destruirle, estás cayendo en su juego, más que nunca.

Por supuesto, libérate de sentir culpa alguna también en este punto. Si has caído en algún momento en esta actitud, o actos, es algo muy comprensible y natural. Comprende que: tú sí eres un «ser humano», y tú sí «tienes corazón». Pero libérate de la rabia y del rencor, cuanto antes.

Que no te arrastre, y sal de esta experiencia: más fuerte, más maduro, más sano y con más sabiduría.

Insisto: Una cosa es liberarse de la culpa todas y cada una de las veces que tengas que hacer lo que tengas que hacer para evitar tu daño o el de quienes aprecias (a quienes, a veces, no podrás evitarles el suyo, a pesar de tus esfuerzos), pero otra muy diferente es (libre ya de culpa, ponerte a su altura y) llegar a buscar su daño, cosa que también te ensucia, y te acerca al lado oscuro.

Sin duda, si caes, aunque sea mínimamente en esa inercia (natural y comprensible en un ser muy dañado, pero que no deja de ser un error) después se volverá en tu contra. Y no lo dudes, ese ser lo utilizará para destruirte, y a ser posible, «ante todo el mundo».

No es más limpio el que más se lava, y ni siquiera el que mejor lo hace. Es más limpio, quien menos se ensucia.

Para finalizar, una frase y un consejo

La frase: «Si detectas uno de estos seres en tu vida: NO TE DETENGAS ¡CORRE!» Es de Robert Hare, doctor en psicología y experto de renombre mundial en psicopatología, en general, y el mayor experto mundial en psicópatas. ¿Qué tal si hacemos caso?

El consejo: Yo no soy doctor en psicología, pero puedo presentarme como Licenciado en Arte Dramático, y escribo sobre todo para las víctimas, y no tanto para los psicólogos. Quizá haya libros muy profundos de psicología que nos puedan ayudar mucho, sobre todo a los psicólogos, que son los especialistas en la materia, para que puedan ayudarnos más y mejor.

Pero sin duda, como profesional en la materia, y experto en el tema que estoy tratando, puedo dar un consejo: VE AL TEATRO. Concretamente, al teatro. Poco vas a ver en el cine y la televisión actuales (de hecho, el final de Seven que he comentado en este post, es un gran acierto producido por este «accidente», pues iba a ser censurado, pero además, has de saber que la gran mayoría de los psicópatas no cometen ningún crimen de sangre, jamás.

Vamos a ver: Si pueden obtener todo lo que quieran, sin dejar rastro y manipulando para que otros hagan el trabajo sucio e incluso carguen con la culpa o la pena correspondiente: ¿para qué se van a ensuciar ellos las manos?)

«Aníbal el caníbal», con toda su parafernalia, máscara y soniditos terroríficos, como imagen del psicópata, ha hecho mucho más daño que ayudar para forjarnos la idea de quiénes son y cómo son los psicópatas. La ya comentada «Seven», es mucho más acorde y, aun así, estos psicópatas existen, pero son una minoría en comparación con la realidad, y en cómo se presentan.

En este sentido, ayuda mucho más «Caperucita Roja»: ¿Habrá algo en lo que podamos confiar más, que en lo que «parece ser como nuestra abuelita»?

Esto que describo, lo vas a poder comprender mucho más, y te resultará sanador, si descubres a Shakespeare, a Lope de Vega, a Molière, a los grandes clásicos que mejor han sabido representar esta realidad que, antes de que te ocurra en la vida real, crees que es cosa que solo ocurre en el teatro

En la obra «Hamlet», Shakespeare usa el teatro (dentro del teatro) como la forma idónea en la que, en la propia obra, Hamlet logra desenmascarar a su madre y su conducta criminal, al representar teatralmente ante ella sus propios crímenes.

El arte y su profundidad, la comunicación, saber contar cuentos, encontrar las metáforas… es la gran terapia del pueblo. Y entender todo lo posible de arte. Porque estos seres, sin duda, son grandes artistas… del engaño.

[En otra reflexión, intentaré compartir y profundizar en la comprensión que responde a la pregunta de: «¿por qué son así?»]

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