Si un día todos tus sueños se van al traste, si todo aquello por lo que tanto luchabas se desmorona, si te quedas sin ninguna referencia a la que te aferrabas para existir… o has cumplido tus sueños pero te has dado cuenta de que detrás de tantas promesas de felicidad ahí afuera lo que se esconde es el mismo vacío… ¡Enhorabuena! La realidad siempre superó a la ficción, y por supuesto también en lo maravilloso; ahora estás en disposición de ver la vida más allá de tus deseos, ya vencidos de algún modo.
Dejemos la esclavitud de los sueños y volemos en la libertad de la realidad. No sabemos cual es la realidad, esa es parte de su gracia y grandeza, pero la sentimos al soltar a esa sabionda (la veleidosa mente) y entregarnos de corazón y con humildad a la vida. A lo que sea, felices.
Todos hablan de jamás renunciar a tus sueños, yo jamás renunciaré a despertar.