Bendita PAZ INTERIOR. Eres profunda e inefable. Eres hermosa. Estás en el corazón.
Eres mi única guía entre tanta falsedad.
Falsedad que manipula nuestras mentes como pueblo y como individuos. Que nos enfrenta entre nosotros, y nos enfrenta con nosotros mismos, olvidando quiénes de verdad somos. Falsedad que se aprovecha de nuestro miedo.
Bendita PAZ INTERIOR. Me estás liberando paso a paso. No sé por dónde me llevarás, no parece común tu ruta, pero ya confío en ti más que en cualquier otra cosa en la Tierra. Tú eres todo lo que siempre quise, y eres lo que quiero compartir. Eres paz interior. Tú desnudas las apariencias y me enseñas lo que mi mente teme ver. Tú inquietas y perturbas a los falsos. Ellos, asustados, podrán encontrar formas de atacarte, se sentirán heridos por ti. Pero contigo en mi corazón, no hay miedo, no hay temor. Hay paz interior.
No quiero más mapas sin rumbo hacia ti.
No me importan las historias que se escriben en los libros, tanto como la que se escribe en las almas, ni me importan tanto los rumores como la voz de la conciencia.